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Las aguas de Bad Ragaz en Suiza gozan de una larga historia. En 1240 un cazador del monasterio local descubrió el manantial cercano al pueblo de Pfäfers. Las actividades de baño comenzaron poco después al cavarse baños en las rocas de un angosto desfiladero. Como la entrada era peligrosa, por encontrarse los baños en el desfiladero, las personas permanecían sumergidas unos 6–7 días de continuo, salvo por un descanso de una noche. (Hemmerli 1453). Dado el creciente interés y el desarrollo de unas termas curativas, en 1840 estas aguas termales fueron encauzadas hacia el pueblo de Bad Ragaz. Los participantes se sentaban en las aguas durante horas para encontrar la cura a los males físicos y mentales que los aquejaban.

En la primera mitad del siglo XX comenzó a evolucionar el conocimiento acerca de los beneficios medicinales del movimiento. En 1930 los terapeutas comenzaron a utilizar las aguas para tratar activamente a los pacientes con lesiones periféricas o con disminución de la amplitud de sus movimientos. Los terapeutas ataban a los pacientes a plintos en el agua para proporcionar resistencia a sus movimientos (Ott 1955). Estos movimientos eran movimientos simples de tierra, en una dimensión, pero ejecutados en el agua. A comienzos de la década del 50, en Wildbad, Alemania, se introdujo una técnica que consistía en poner a los pacientes dentro de anillos flotadores e indicarles que se acercaran y alejaran del terapeuta (Tum Suden 1955, 1972 y Knupfer 1956, 1958). Debido a la resistencia aplicada manualmente, el terapeuta se concentraba específicamente en los problemas de su paciente. El Método Wildbad consistía principalmente en ejercicios de estabilización y fortalecimiento.

Desde las perspectivas de la neurofisiología y la fisiología del ejercicio el Método Wildbad no estaba enfocado de manera satisfactoria en las leyes de especificidad y precisión. Con la introducción de las técnicas de Facilitación Neuromuscular Propioceptiva (Kabat 1952, 1953 y Knott 1968), los terapeutas Europeos intentaron introducir movimientos tridimensionales en la terapia acuática (Davies 1967). Fue la cooperación entre Egger y McMillan la que derivó en un concepto satisfactorio para integrar los movimientos tridimensionales diagonales al Nuevo Método con Anillos de Bad Ragaz (Zinn, 1975 y Egger, 1990).